viernes, 9 de junio de 2017

EL FRAUDE DEL CERTIFICADO DE NACIMIENTO (PARTE iii)


Texto enviado por fpmadlax
Desde 1921 el pueblo estadounidense ha aceptado el registro de los nacimientos y de los nombres de sus hijos con el gobierno del estado en el que nacen, a pesar de que no existe una ley federal que lo requiera. El estado presenta este trámite burocrático como prueba de que nacieron en los Estados Unidos, lo que les convierte en ciudadanos. Igualmente, asigna un número de seguro social a cada recién nacido.
El Estado alega un interés tan solícito en cada niño sujeto a su jurisdicción que implica, si lo considera necesario, anular la patria potestad y nombrar a un tutor (fiduciario) a los menores. El niño es un activo valioso, que, con la formación adecuada, puede aportar valiosos recursos proporcionados por su trabajo durante muchos años. El propio niño, cuando nace, es el activo del fideicomiso establecido por el acta de nacimiento y su número de seguro social es la numeración o inscripción de la confianza, que facilita el seguimiento de lo que sido certificado como propiedad del Estado. Todos los que tienen un certificado de nacimiento se consideran activos de los Estados Unidos de América en quiebra.
El gobierno federal, y por extensión todos los gobiernos de los países donde existe un banco central, quieren a los individuos etiquetados y rastreados. El hacerlo contra sus propias leyes y constituciones no es obstáculo para ellos. En E.E.U.U. la exigencia de un documento nacional de identidad es inconstitucional. Tampoco existe jurisdicción federal para legislar sobre los diversos estados, puesto que las normas de la corporación ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA solo afectan al Distrito de Columbia. Ellos no tienen una legislación para ordenar que se tenga una tarjeta de identificación, tarjeta sanitaria, etc, pero saben que la gente es ignorante de la ley, y por lo tanto se permiten allanar sus libertades mediante impuestos que ninguna ley obliga a pagar.
Para concluir, el certificado de nacimiento demuestra que usted es la propiedad nacional de los bancos internacionales. El certificado de nacimiento se convierte así en una forma de robo, el robo de la verdadera identidad del niño, reducido a la condición de servidor del Estado. Al colocar un sello de aprobación nacional a un niño, el Estado niega la libertad, los derechos y la dignidad inherente al ser humano. Usted no necesita una prueba de haber nacido, su respiración es suficiente prueba para estos hipócritas. Al requerir una licencia, el estado reclama el control total de su libertad y su propiedad.
Ahora pregúntese, ¿alguna vez, en toda su vida, ha firmado su nombre en MAYÚSCULAS? ¡Por supuesto que no! ¿Siempre ha utilizado tanto mayúsculas como minúsculas para firmar su nombre? Sí. ¿Y por qué es eso? Porque eso es lo que te han enseñado desde que eras niño. Debido a la regla estándar de la Ley que regula el uso de la gramática inglesa, la capitalización correcta de los nombres propios debe comenzar con una letra mayúscula y el resto del nombre debe ser escrito en letras minúsculas. En la Ley, esto permite a otros saber que son una entidad creada por Dios, y no una entidad creada por el hombre. Ahora bien, hay entidades creadas por el hombre, las Corporaciones, por ejemplo. Las empresas, que se conocen como “personas jurídicas”, son creadas por el gobierno. Se crean en un pedazo de papel y son traídas a la existencia por el gobierno. Para diferenciar entre los creados por la Naturaleza y los creados por el gobierno, los nombres de estos últimos se escriben en mayúsculas. Esto permite a otros saber que esta entidad no tiene cuerpo, alma y espíritu, sino que se trata de una entidad ficticia creada con el propósito de obtener una ganancia.
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Ahora bien, si nos fijamos en una licencia, certificado de nacimiento o tarjeta de identificación, vemos que el nombre que aparece en él ¡se escribe en letras mayúsculas!. Esto significa que la entidad es un siervo del gobierno, una entidad ficticia cuya existencia es meramente administrativa, y no real. La creación de ese ser fantasmal está reconocida en el mismo “Black’s Law Dictionary” bajo la figura del “straw man” (u “hombre de paja”): “Un tercero utilizado en algunas transacciones como cesionario temporal para permitir a las partes algo que de otra forma no es permitido”. Es decir, para permitir la usurpación de los bienes y propiedades del ser humano real bajo la figura de que aquél a quien se le expropian no es él, sino un “doble”. “Hecha la ley, hecha la trampa”, reza el refrán.
Es hora de responsabilizarnos de nuestra auténtica Identidad en todos los aspectos, ergo es indispensable conocer primero e integrar después, la demoledora y contundente evidencia de una larga y complicada serie de hechos “ilegítimos”, pero convertidos en “legales”, con alcance planetario, los cuales han permitido el dominio y control de la ingenua, cómoda e ignorante Humanidad, la cual prefiere seguir confiando en que es libre porque ignora la manipulación de que ha sido objeto.


Fuente:https://paramisonenigmas.wordpress.com/2015/11/10/el-fraude-del-certificado-de-nacimiento-parte-iii/

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